¿Sabías que una buena ventilación ayuda a prevenir enfermedades respiratorias como alergias y similares? Además, una ventilación frecuente puede reducir la humedad en el hogar, así como prevenir la aparición de moho y otros problemas de salud. Por todo ello, es bueno saber cómo ventilar la casa de forma eficaz y mejorar la circulación del aire de tu casa.

Gracias a las claves que te vamos a contar le sacarás el máximo partido a este sencillo sistema que puedes hacer cada día, y así favorecerte de todo lo que te hemos contado arriba. Por otro lado, también te indicaremos la diferencia de ventilar en verano y en invierno y todo lo que debes saber y hacer sobre la ventilación.

¿Cómo ventilar la casa? Trucos y consejos

Tener una casa limpia y sana, donde puedas sentirte cómodo y relajado, es imprescindible.

La ventilación es un factor clave para ello, ya que mantiene el aire circulando y evita la acumulación de malos olores y otras impurezas.

Además, también ayuda a que se acumule el polvo en casa, eso sí, tienes que tener en cuenta ciertos aspectos que te contamos en el enlace anterior.

Una vez dicho esto te contamos las claves básicas para ventilar. Toma nota de ellas y adáptalo a tu situación particular, piensa que aspectos como el tamaño de la casa, la hora, la estación o el lugar donde vivas afectan a la forma de ventilar.

  • Tiempo mínimo: para ventilar la casa correctamente, se recomienda abrir las ventanas durante 10-15 minutos al día.
  • Cuándo ventilar: el momento más adecuado para abrir o no las ventanas de tu casa depende del clima local y la estación del año. En invierno, lo mejor es hacerlo hacia el mediodía cuando incide más el sol, mientras que en verano se aconseja hacerlo por la noche.
  • El tiempo óptimo de ventilación depende de la temperatura exterior, pero en general se recomienda ventilar durante 4-10 minutos en invierno y 10 minutos completos en marzo.
  • También es importante ventilar todas las estancias de la casa diariamente para evitar la propagación de virus y partículas (polen y polvo) que pueden provocar enfermedades respiratorias.

Ventilar el dormitorio, el baño y la cocina

Para una ventilación natural, basta con abrir las ventanas y puertas durante 10 minutos, de una sola vez o en dos sesiones más cortas.

También puede ser necesario ajustar el tiempo en función del tamaño de la casa y del número de personas que vivan dentro.

Empieza por las habitaciones que más se ensucian como el baño y la cocina, ya que en estas estancias son las más usadas de la casa y la grasa y los aceites se acumulan fácilmente.

En caso de la cocina y el baño depende si tienes o no ventilación, si tienes ventanas ni lo dudes a la hora de ventilar cada día. Aprovecha cuando friegues para abrir las ventanas y que el secado sea más rápido.

Finalmente, termina por el resto de habitaciones, pasillo y dormitorios.

Cuando se trata de ventilar el dormitorio, es importante hacerlo intensamente, sobre todo por la mañana, al levantarse.

Esto ayudará a eliminar las sustancias que se acumulan en el aire durante la noche. Para ello, lo mejor es sacar el edredón y la almohada del colchón y dejarlos al sol durante unas horas para que se aireen.

Un aspecto importante es limpiar el colchón cada cierto tiempo ya que es uno de los lugares donde el polvo más se esconde.

Ventilar una casa sin ventanas ni espacios cerrados

Si no tienes ventanas, puedes hacer lo siguiente:

  • Utilizar extractores para garantizar que se eliminan todos los vapores y olores.
  • Recurrir a un ventilador combinado o no con un deshumidificador.
  • Si quieres llevar la ventilación de tu casa al siguiente nivel, puedes optar por colocar respiraderos en zonas estratégicas como patios interiores, terrazas, habitaciones interiores y lugares con poca o nula ventilación como trasteros.
  • Coloca y renueva el filtro del aire acondicionado. En su defecto, utiliza un purificador de aire. Piensa que este aparato trabaja más en lugares donde no hay renovación del aire.

En los casos en que las habitaciones estén cerradas, como los áticos, puedes utilizar un extractor, ventilador o pequeño aparato de ventilación.

Así garantizarás que el aire circule siempre, aunque no haya ventanas ni puertas.

Los beneficios de una ventilación cruzada

La ventilación cruzada es un concepto utilizado en arquitectura bioclimática para definir un modo de ventilación de los edificios.

La ventilación cruzada consiste en abrir las ventanas de dos habitaciones situadas en dos fachadas diferentes, aunque también sirve en paredes opuestas o adyacentes.

Este sistema permite que entre y salga el aire, favoreciendo la renovación en toda la casa. Además, ayuda a rebajar la temperatura en el interior de los edificios debido a la diferencia de presiones en dos zonas situadas en fachadas opuestas.

Este método también es eficaz para ventilar y refrigerar espacios cerrados. A continuación, te indicamos otros beneficios de realizar una buena ventilación.

Para crear una ventilación cruzada, debes abrir las ventanas y puertas de los lados opuestos de la casa, ya que así se creará una corriente de aire que fluirá por todas las habitaciones.

Piensa que ventilar correctamente una casa ofrece muchas ventajas.

  • Ayuda a mejorar la circulación del aire, lo que significa que el aire que entra en tu casa es siempre fresco y limpio, sin aportar ninguno de los contaminantes que se encuentran en el exterior.
  • Una buena ventilación de la casa contribuye a mantener la temperatura constante, ayudándote a ahorrar energía. Esto no sólo significa que no tendrás que ajustar constantemente el termostato o utilizar el aire acondicionado y la calefacción con demasiada frecuencia, sino que también ayuda a reducir las facturas de energía.

Con una combinación adecuada de ventilación natural, un buen mantenimiento y desinfección en el hogar, podrás tener tu casa limpia y una sensación de frescor durante todo el año.

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