¿Alguna vez te has preguntado por qué hay algunas manchas más fáciles de sacar que otras? Esto se debe, en parte, a que existen diferentes tipos de suciedad lo que complica la tarea de la limpieza.
Además, alguna clase de suciedad es más difícil de sacar que otra. Por ejemplo, las manchas de vino y bebidas suele ser más problemáticas que los alimentos, en general. En cambio, la grasa o el aceite son consideradas las más difíciles de quitar.
Afortunadamente, existen formas fáciles de eliminar las grasas y aceites, sobre todo, si usas un producto específico como un desengrasante. La clave es saber cuándo, cómo usarlo y en qué superficie. Por ejemplo, no es lo mismo quitar la grasa de la cocina como puede ser una plancha, que de la pared del baño, los azulejos o en un motor o electrodoméstico.
Saber tratar y hacer buen uso de los productos de limpieza es clave para detectar y eliminar las diferentes formas en las que se presenta la suciedad. Por este motivo, si quieres saber cuáles son las formas más eficaces de limpiar todo tipo de suciedad en tu casa, en este artículo te lo contamos en detalle.
La verdad es que hay muchos tipos de suciedad en el hogar con los que tenemos que lidiar regularmente; desde el polvo que se acumula en cualquier rincón, hasta las bacterias invisibles que se esconden en el baño o la grasa y aceite de la cocina.
Afortunadamente, hay muchas formas en las que podemos eliminar la suciedad para asegurarnos de que estemos viviendo en un entorno seguro y saludable. Pero antes debemos saber cómo se presenta la suciedad.
A modo resumen, en el hogar nos podemos encontrar 3 clases o tipos de suciedad que son las siguientes:
Otra forma de clasificar la suciedad es mediante la solubilidad. De esta forma, existen 3 formas de solubilidad:
También pueden formar parte de los tipos de suciedad el hollín, el óxido, la pátina, el polvo y los desechos. Estos principales tipos de suciedad son los más comunes en el hogar, pero cada uno tiene su método para ser removido y no todos usan exactamente los mismos productos.
A continuación, os damos las claves para tratar las diferentes clases de partículas en todas las habitaciones y superficies del hogar.
Ahora que conocemos los principales tipos de suciedad en el hogar, podemos entender mejor los métodos que podemos utilizar para limpiarlo.
El proceso de limpieza y desinfección en el hogar tiene tres fases básicas:
Además hay algunas medidas generales que puedes tomar para asegurarte de que tu hogar queda limpio y libre de bacterias y suciedad.
Estas medidas son: quitarse los zapatos sucios al entrar en tu casa, ventilar y abrir las ventanas para que el aire circule de forma frecuente, limpiar los muebles y electrodomésticos grasientas con productos específicos como desengrasantes y fregar los suelos al menos una vez por semana.
La cocina y el baño son las dos habitaciones que más se ensucian de la casa ya que son las que más se usan, por lo que es normal que se acumule la suciedad y la mugre. Lo peor es que son una clase de suciedad de las más difíciles de quitar ya que se son mezcla de polvo y grasa.
Además, estas estancias no suelen ventilarse tanto como otras habitaciones por lo que las partículas se acumulan más rápido en paredes, suelos y zonas comunes como el lavabo.
Aunque la limpieza periódica es importante, de vez en cuando tendrás que dar a estas zonas una limpieza más a fondo. Cuando limpies la suciedad de la cocina o el baño, es importante que utilices productos de limpieza específicos para estas zonas.
Por ejemplo, los mejores productos para limpiar la cocina y la grasa son:
Cuando se trata de limpiar el pasillo, el salón y el dormitorio principal, hay que tener en cuenta algunas cosas clave. En primer lugar, es importante empezar por lo básico. Eso significa hacer quitar el polvo en los muebles y estanterías, luego limpiar con una escoba y finalmente fregar el suelo y el pasillo con un fregasuelos detergente.
Para los muebles de madera es imprescindible usar un limpiador para este material. Por ejemplo, nuestro limpiador de madera protege y renueva el color de todo tipo de maderas. Desde muebles, armarios, puertas, y suelos que quedan radiantes y sin polvo.
Después de limpiar esas zonas, es bueno prestar atención a zonas como el suelo, los alféizares y los rodapiés, donde la suciedad y el polvo pueden acumularse fácilmente. Una vez limpias esas zonas, puedes pasar a limpiar los cristales y puertas.
Finalmente, también puedes optar por una limpieza más profunda lo que incluye aspirar el suelo y la ropa de cama, y abrillantar las superficies de madera de difícil acceso con un paño suave. Otra opción es usar un limpiador de vapor para desinfectar las superficies grandes.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de tratar y lidiar con la limpieza es usar productos específicos. Pero para ello, es importante seguir atentamente las instrucciones del fabricante, ya que una dosis de más o un uso inadecuado puede afectar negativamente a las superficies que intentas limpiar.
Por no comentar, que sino tienes cuidado y usas químicos sin protección en las manos puedes dañarte la piel. Imagínate que tienes la piel sensible y usas un limpiador que dañe tu piel, puedes empeorar el estado de tu dermis. ¡Protégete adecuadamente!
Si incorporas estas técnicas y consejos a tu rutina de limpieza, podrás mantener limpia cualquier estancia de tu casa. Ahora que ya sabes los diferentes tipos de suciedad más comunes que existen en el hogar y cómo se limpian, no tendrás excusa para tener tu casa limpia y brillante como una patena.
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